
Se invierten miles de euros en seguridad técnica, pero nos olvidamos de lo más importante: de concienciar y facilitar herramientas a las personas de la organización para proteger la información, evitar que se roben o secuestren datos así como ataques del exterior que impidan la utilización de nuestros servicios tecnológicos. Los trabajadores de una empresa, queramos o no, forman parte del perímetro de seguridad de la compañía, y una cadena es tan fuerte como su eslabón más débil.